Facebook nos ha permitido abrir ventanas a nuestro pasado de una forma rápida y sencilla. En esas ventanas ha aparecido gente con la que compartimos los primeros años en el colegio, alguna que otra campana en el instituto o aquel verano en el extranjero. Todas esas personas, con las que apenas tenemos nada más en común que ese episodio de nuestra vida, forman parte de nuestro grupo de amigos de Facebook, lo que significa que pueden ver nuestras actualizaciones y nosotros podemos ver las suyas. Es probable, sin embargo, que la alegría de encontrar a alguien de nuestro pasado se haya esfumado ya. Pero sus fotos, sus frases, sus mensajes y sus recomendaciones siguen apareciendo en nuestra pantalla de inicio. Si te has cansado de alguien y quieres eliminarlo de tu "vida en Facebook", tienes tres formas de hacerlo: dejar de seguirlo, bloquearlo o, en casos extremos, reportarlo a Facebook.
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